sábado, 12 de septiembre de 2015

Los anhelos no cesan por los años y a ellos no se renuncia

Cuatro personas llevo hoy en mi más profundo sentir, mis padres Alvaro y Alcira quienes no están ya en presencia física,  pues finalmente uno de sus esfuerzos y empeños, ver titulados a sus hijos en una carrera se hace realidad luego de muchas dificultades en la vida.

Y de otra parte mi amada esposa Andrea Liliana Corredor Vargas y mi querido hijo Santiago, quienes ayudaron con su paciencia frente a mi ausencia, sufrieron las dificultades económicas y alentaron este proceso.

Hoy que termino satisfactoriamente este proceso con la aprobación del último preparatorio y faltando sólo una clase más del nivel de Inglés, es casi un hecho que me graduo como abogado.

Con mucha efervescencia y emotividad termino estas breves palabras.

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