lunes, 22 de enero de 2018

Gobierno violenta los acuerdos laborales con el movimiento sindical



Nuevamente, tal y como ocurrió cuando el hoy decreto 160 fue expedido en incluír en su texto el acuerdo relativo al arbitramento para resolver los conflictos laborales, el Gobierno de Juan Manuel Santos, ha decidido expedir varias normas relativas a peticiones del movimiento sindical que fueron acuerdos con sus representantes en la mesa de negociación y posteriormente en la comisión de seguimiento de los acuerdos.

A continuación las diferencias entre el Decreto 051 de 2017 “Por el cual se modifica parcialmente el Decreto 1083 de 2015, Único Reglamentario del Sector de Función Pública, y se deroga el Decreto 1737 de 2009” y el acuerdo suscrito con las centrales y federaciones sindicales en relación con sus trabajadores del sector público:

miércoles, 10 de enero de 2018

¿Acaso el sindicalismo debería hacer algo en las elecciones venideras?

Quien escribe estas líneas ha estado por convicción al frente de la lucha sindical, de la causa de la clase proletaria, por más de 22 años. Ha sido despedido en una oportunidad, encerrado injustamente dos cortas oportunidades por razones sindicales, en 1997 durante el paro estatal en el municipio de Facatativá, y en Mosquera (Cund) en el año 2006 durante una justa protesta que lideraba contra el destituido alcalde Álvaro Rincón, alfil uribista en que pretendía golpear a los trabajadores del municipio.

Igualmente he marchado y participado de cientos de protestas, mítines, plantones en defensa de los derechos laborales y sociales cuando han sido amenazados, o para buscar nuevos derechos que mejoren la calidad de vida de la clase trabajadora.

Tres oportunidades en la mesa de negociación de los trabajadores estatales y tres veces ejerciendo la secretaría técnica en la parte sindical, me han permitido ser partícipe de aumentos salariales superiores a la inflación, de la extensión del régimen salarial -propuesta nuestra- (Prima de servicios y bonificación por servicios prestados equivalentes a entre el 100% y el 80% de un salario adicional anual) y hasta el auxilio de alimentación en el año 2006 sin que estuviese regulada la negociación general, actuando en nombre de la CUT.

La participación destacada en el liderazgo del proceso de unidad de una nueva y fuerte organización de los trabajadores estatales en un gran sindicato por rama como lo es el SUNET, es parte importante del trabajo que ha realizado el aquí escribiente.

En todo ello y en muchas otras cosas, la acertada orientación de Yezid García, ex concejal de Bogotá, hoy elegido entre otros por mí, como nuestro candidato al Senado de la República con el número 6 en la lista de la Alianza Verde; quien como Secretario de la Comisión Obrera Nacional del Partido del Trabajo de Colombia PTC -Integrante de la Alianza Verde-, durante una parte importante del tiempo en que he estado en la actividad sindical, ha sido clave de mi formación política, y sobre el qué hacer en cada momento de acuerdo al análisis sobre la situación y la mayor conveniencia a los trabajadores.

La coyuntura de Colombia en la que de acuerdo con el décimo informe sobre Trabajo Decente en Colombia elaborado por la Escuela Nacional Sindical “El 51,3% de los trabajadores colombianos son ocupados no asalariados.” y que señala  también que “en 2016 el 48,7% del total de ocupados recibió menos de un salario mínimo mensual legal vigente (smmlv).”; así como las propuestas de empeorar para los trabajadores el sistema pensional público de Colpensiones en beneficio de los fondos privados de los banqueros colombianos en que coinciden con ellos el uribismo, Vargas Lleras y tristemente hasta Sergio Fajardo; el insistir, como lo ha reiterado Uribe, en mantener el mismo asesino sistema de salud de las EPS´s creado por él; la depredación y deterioro del sistema de educación pública universitaria, de educación secundaria, primaria y preescolar, así como la educación para el trabajo del SENA en beneficio del sector privado, y los índices de corrupción en que se han visto los dos gobiernos de Santos y los dos de Uribe entre muchos otros aspectos; no hablan bien de la situación de la clase trabajadora del país, ni de la vida de los campesinos, ni de los demás importantes segmentos de nuestro pueblo colombiano; excepción hecha de los ingresos que obtienen por utilidades anuales en billones de pesos los banqueros de la ANIF y los miembros de la ANDI y demás poderosos gremios empresariales.

El des escalamiento del conflicto armado finalizado con la entrega de armas por parte de las FARC, seguido de la negociación del Estado con el ELN con igual objetivo, por desgracia entrecortada con el fin del cese bilateral al fuego; vienen generando un ambiente en que los problemas sociales van cobrando mayor importancia y visibilidad, y se abre en el horizonte un espectro que permite pensar en un mayor grado de consciencia, pese a las muertes incesantes de líderes sociales.

La vía de la paz, es la correcta para que se deje de ver en los medios de comunicación de los mismos poderosos empresarios, las contradicciones dentro de sectores del pueblo enfrentados por errores de táctica en la lucha política; como si fueran la causa de todos los males -Aunque sí han sido causa de muchos-; y empecemos a ver que la desigualdad del tercer país más desigual del mundo, el nuestro, no es porque se haya entregado la riqueza de los poderosos en el acuerdo del Teatro Colón ni el de Cartagena, a ningún grupo político o guerrillero, sino porque la tajada de los poderosos en Colombia se cosecha y acrecienta sobre la explotación de nuestro pueblo trabajador.

El estado actual de las condiciones sociales y políticas, impone el deber de incrementar en el Congreso de la República de Colombia, contrario a la creencia de que debería cerrarse o disminuir la participación en el mismo; el número de representantes de los legítimos intereses del pueblo colombiano, del pueblo campesino, estudiante, trabajador urbano, y de los segmentos de nuevas ciudadanías. Incrementar la presencia de aquellos representantes que se encarguen de proponer nuestras iniciativas aunque sean derrotadas por mayorías ficticias de otros segmentos cooptados o “enmermelados” en ese escenario, o por representantes de los intereses de la alta y poderosa clase burguesa rica de nuestro país; que se encarguen de decirnos quienes se oponen a la satisfacción de nuestros intereses ante las propuestas de nuestra parte, que nos digan quienes como aliados se oponen a las propuestas contra nuestros intereses y nos deje saber quienes las proponen y a quienes representan y benefician; y finalmente que ponga el espacio político que representa el Congreso como tribuna para orientar la construcción y engrandecimiento de un poderoso y fuerte Partido del Trabajo de Colombia mediante el debate permanente y el trabajo político con la gente.

Junto con los demás militantes de nuestro partido el PTC, consideramos que es necesario seguir abogando por un acuerdo de la mayor amplitud -aún hay demasiados candidatos que defienden la paz por su lado- para tener opción de disputar la presidencia de la República con un programa construido colectivamente, contra la maquinaria de Vargas Lleras y contra el desafortunado respaldo popular del uribismo conseguido con engaño incluso entre víctimas de su política.

¿Acaso puede lograrse sólo mediante la aislada lucha del sindicalismo débil en Colombia, y sin participación en la lucha política, cambiar todo lo que necesitaríamos para mejorar nuestro país?

La respuesta a ambos interrogantes es que no. Es por ello que considerando los humildes aportes que podido hacerle individual o colectivamente a muchos de quienes serán destinatarios de esta comunicación, les quiero pedir que sean parte del equipo de personas que además de decir “sí, yo le doy el voto” y que en efecto lo hagan, nos digan “sí, yo estoy para ayudar a hacer campaña y conseguir más votos” para llevar a Yezid García al Senado de la República, y a los aliados que bajo su confianza aspiran a la Cámara de representantes en las regiones, entre quienes destaco en Bogotá a Alejandro Rivera #106 por la Alianza Verde.

Bajo la premisa de que los derechos sociales no se consiguen con caudillos sin un pueblo consciente, invito a que seamos parte de este gran propósito colectivo, para avanzar por otros objetivos de mayor envergadura más adelante.

Con gran cariño y aprecio,

CARLOS ERNESTO CASTAÑEDA RAVELO
Líder sindical

Vamos con YEZID GARCÍA, #6 en la lista de la Alianza Verde para Senado de la República.