Por: Alberto Herrera
Es claro que Uribe no desaprovecha ocasión para entorpecer el acuerdo de paz que Colombia transita. La más notoria acción de esta semana se relaciona con la explicación de Santos en el Parlamento británico, de cómo el No había triunfado en el plebiscito. Dicha intervención “estigmatizó las organizaciones”, “desconoce el resultado del plebiscito” y “pone en duda la democracia”, según el comunicado del martes 1 de noviembre firmado por Uribe, Ordoñez y Ramírez; es decir “la metida de patas” del Presidente justifica más aruñetazos [1]. Según ellos la mentira y el engaño como práctica política, es válida, pero atreverse a denunciarlo es poner en peligro al transgresor; son los pájaros disparándole a las escopetas.
Fue el propio gerente de la campaña del Centro Democrático, Vélez Uribe, quien reclamando un reconocimiento a su labor, explicó con detalle que sobre la base de desacreditar y malinterpretar los acuerdos, triunfó el No[2]. Fue minucioso en su explicación: a los estratos medios y altos los amenazó con el ascenso político de la guerrilla, su elegibilidad y con el establecimiento del Castrochavismo y a los bajos los aturdió “enfocado en los subsidios”[3]. Confesó recibir más del tope de campaña en generosas donaciones de reconocidas empresas.
El presidente Santos no tiene que retractarse de su declaración en el Parlamento británico, el portentoso gerente ya había dicho todo, y además añadió en tono triunfalista que esto sucedió: “Luego de perder en tres jornadas electorales anteriores presidencia, alcaldías y Congreso” .
Una vez más el uribismo sintiéndose ganador, juega sucio en el debate, y muestra su postura contraria al acuerdo.
Una vez más el uribismo sintiéndose ganador, juega sucio en el debate, y muestra su postura contraria al acuerdo.
Notas:
2 - “El No ha sido la campaña más barata y más efectiva de la historia”, La República, entrevista a Juan Carlos Vélez, oct 5/16
3 - Ibíd.
No hay comentarios:
Publicar un comentario