Por Carlos Castañeda.
Justo hoy, un día antes de las elecciones presidenciales, recojo del
casillero en la recepción del conjunto residencial en que vivo, una comunicación del pasado 8 de junio, y en
ella la noticia:
He sido destituido e inhabilitado por 10 años para
ejercer cargos públicos por enviar un correo electrónico del sindicato, desde el
correo del sindicato y sin utilizar mi nombre o mi cargo, invitando a apoyar a Marcelo Torres, candidato del PTC por el Polo al
Senado en 2006.
¿Quién era el Procurador General de la Nación durante la sanción que data de 2011?:
"Monseñor" Alejandro Ordóñez, hoy con la campaña de Uribe y Duque.
Y quién es el Gerente de la Beneficencia de Cundinamarca, quien con gusto ejecuta la sanción?:
Es el señor Yezid
Orlando Díaz, contradictor político y cuota de Óscar Sánchez,
Representante a la Cámara, Liberal de Cundinamarca, ponente del acuerdo para la paz con las FARC en la Comisión Primera de esa Corporación, y hoy contradictor de la paz apoyando a Ivan Duque y a Alvaro Uribe.
Aunque la sanción prescribió desde el 22 de febrero de 2016, ya que se me impuso desde el 22 de febrero de 2011, y ya pasaron los cinco años de que trata el artículo 32 de la ley 734 de 2002 sin que se hubiese ejecutado, aún así me la aplicaron ilegalmente por lo anotado y porque el fallo de la justicia laboral que autoriza el levantamiento del fuero sindical del suscrito no está en firme por estar un recurso en trámite.
No mucho más que agregar, sino que agradezco
a estos poderosos políticos contradictores por hacerme saber que mi
trabajo político les pesa, les molesta, les afecta, les duele y está a su nivel; y les merece tomarse la molestia
de premiarme con lo que para ellos es un golpe, y pero mí una distinción; una condecoración
a la lucha política y sindical contra la corrupta clase política del
Departamento de Cundinamarca y del País, pues no necesité doblegarme ante ellos, y seguiré impulsando la derrota de lo que representan.
No me amilana la decisión en mi contra. Tendré algunos apuros económicos, pero no me romperán el
tesón y el buen ánimo de ver a Gustavo Petro en la Presidencia de la
República de Colombia , luchar por una Cundinamarca más democrática e incluyente en el siglo XXI, y conseguir mejores derechos para la clase trabajadora en Colombia y la protección de los derechos que hoy tiene.
PD. Ahora sí puedo litigar en tantos casos que el ser empleado público me impedía. Gracias anticipadas por los casos que lleguen a este servidor.
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