viernes, 23 de marzo de 2012

Movimiento estudiantil, partidos políticos y nacionalismo en la primera mitad del siglo XX


Miguel Ángel Urrego
Instituto de Investigaciones Históricas
Universidad michoacana de san Nicolás de Hidalgo


Los estudiantes colombianos hasta el inicio del Frente Nacional cumplieron con su labor de críticos del orden social y se incorporaron a las fracciones más radicales del bipartidismo. El liberalismo desde la instauración de la Regeneración había intentado crear sus propias instituciones educativas con la intensión de mantener la formación de sus cuadros políticos. Por ello el Partido Liberal se dio a la tarea de crear sus propios centros de enseñanza. Primero, la Universidad Externado de Colombia y, luego, la Universidad Libre, naturalmente sin abandonar la Universidad Nacional. Esta directriz le permitió formar los dirigentes políticos que enfrentarían al conservatismo a partir de los años veinte.
Los estudiantes al comenzar el siglo tuvieron una participación importante en las manifestaciones contra el zarpazo estadounidense sobre Panamá, en la oposición a Rafael Reyes, en el rechazo a los gobiernos conservadores y en apoyo a las protestas que adelantaban artesanos y obreros. Igualmente impulsaron procesos de constitución de organizaciones gremiales, algunas de carácter internacional.

El Congreso Internacional de Estudiantil de la Gran Colombia tuvo lugar en los meses de julio y agosto de 1910. Aunque formalmente los temas propuestos para el evento -tales como unificación de programas universitarios, establecimiento de concurso para selección de profesores, representaciones estudiantiles en los consejos directivos de facultades, becas y canje estudiantil, franquicias y privilegios, adhesión a la liga de estudiantes latinoamericanos promovida desde Montevideo y organización de congresos periódicos- no daba lugar a la politización, la coyuntura que vivía en continente dio pie a que las sesiones aparecieran propuestas de corte antiimperialistas. Así por ejemplo, en la sesión del 4 de agosto los delegados Abel Carbonel y Luis López de Mesa promovieron un acuerdo que finalmente quedó aprobado en los siguientes términos: “Suplicar respetuosamente á los Gobiernos y á los Pueblos de Colombia, Ecuador y Venezuela se esfuercen porque los jóvenes que van á buscar cultivo más intenso á otras naciones escojan aquellas que convengan mejor á esta aspiración á fin de evitar que, vueltos á sus respectivas patrias, sirvan de puerta al progreso imperialismo -léase el estadounidense- adversos á la independencia de estos países”.

En la misma sesión el delegado Quevedo fue más allá al lograr que se aprobara el siguiente acuerdo: “El Congreso de Estudiantes pide respetuosamente á los Gobiernos y á los pueblos de Colombia, Ecuador y Venezuela que las grandes empresas nacionales como construcción de ferrocarriles, explotación de minas, canalización de ríos, etc., etc., no se pongan en manos de compañías constituidas por individuos imperialistas, aun cuando por ello ocurran perjuicios económicos de relativa importancia”.

Una de las primeras expresiones del movimiento estudiantil tuvo lugar el 16 de mayo de 1921 cuando estudiantes antioqueños protestaron por la negativa del rector de la Universidad de Antioquia a cumplir una ley de honores del Congreso que ordenaba colocar un retrato del dirigente liberal Fidel Cano en el paraninfo de la universidad, la oposición a la medida se expresó en la siguiente pregunta: "¿Cómo colocar un retrato de un liberal en el mismo recinto que el sagrado Corazón de Jesús?". Una movilización posterior culminó con heridos y varios muertos. El 17 los estudiantes de Bogotá organizaron un mitin.  El 19 se realizó una huelga estudiantil de solidaridad, simultánea a otra en Medellín, que generó la creación de la Federación de Estudiantes.

En 1928 varias movilizaciones importantes realizaron los estudiantes. En primer lugar, la convocatoria al Tercer Congreso de Estudiantes. Este evento se realizó en Ibagué el 3 de agosto de 1928. Dicho Congreso se pronuncio contra las  acciones imperialistas de Estados Unidos y propuso, además, la centralización de la universidad a través de la nacionalización de los institutos departamentales y su incorporación a la Universidad Nacional. Participaron en este Congreso, entre otros,  Carlos Lleras Restrepo, como presidente y delegado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional; José Francisco Socarras, por la Facultad de Medicina de la misma institución; y Gilberto Alzate Avendaño.

Al año siguiente tuvieron lugar una serie de manifestaciones contra la denominada "rosca" que administraba la ciudad y dirigía la policía. El 6 de junio de 1929 se congregó una multitud calculada en 20.000 personas, fueron oradores Jorge Eliécer Gaitán, Federico Lleras Acosta, Villegas y Cuervo. La protesta fue reprimida por la policía con un saldo de 30 heridos. Al día siguiente fue asesinado por los guardias de palacio el estudiante de derecho Gonzalo Bravo Pérez. El entierro se convirtió en otra manifestación de protesta contra la "rosca". Finalmente fueron destituidos de la administración: Ignacio Renjifo, Arturo Hernández y Carlos Cortés Vargas, responsable de la Masacre de las Bananeras. A raíz del asesinato de Bravo Pérez se conformó una Junta Patriótica para entrevistarse con el presidente y exponerle los problemas de la administración de la ciudad. Ese mismo día el Ministro de Gobierno desautorizó los atropellos de la policía.

En 1938 se organizó la denominada "huelga Estudiantil". Estudiantes de algunos colegios de secundaria y los del curso de derecho de Bogotá decretaron el 5 de mayo la huelga contra la revisión y denominado el preparatorio. La protesta fue respaldada por huelgas de solidaridad en Medellín, Popayán y Tunja. El 7 se presentaron choques con la policía que dejaron un saldo de 18 agentes heridos. El 12 del mismo mes los estudiantes apedrearon las sedes de los periódicos El Tiempo y El Espectador.

El siguiente acontecimiento central en la historia del movimiento estudiantil del siglo XX fue el asesinato de estudiantes del 8 y 9 de junio de 1954. Los acontecimientos se iniciaron el 8 de junio cuando los estudiantes de la Universidad Nacional programaron una marcha hasta el cementerio central como acto conmemorativo de las jornadas en las cuales cayó asesinado Bravo Pérez.

Al interior de la Universidad Nacional, en cercanía de las residencias, se presentó un enfrentamiento entre estudiantes y policías que culminó con la muerte del estudiante Uriel Gutiérrez. El repudio fue general y se organizó una jornada de protesta contra la policía y el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, quien propuso a los estudiantes nombrar una comisión para dialogar con la intensión de evitar disturbios en el entierro del joven asesinado.

Sin embargo al día siguiente, 9 de junio, los actos de homenaje al estudiante se transformaron en una marcha que tomó la calle 26 y luego la carrera séptima con dirección sur. Los manifestantes se movilizaban con la consigna de “a palacio”!. En la Avenida Jiménez el paso les fue cerrado por el ejército y en la refriega hubo disparos. El saldo 10 estudiantes muertos. Los estudiantes volverían a la calle contra la dictadura de Rojas Pinilla el 10 de mayo de 1957, tema que analizaremos en otro artículo.

Con la crisis desatada por La Violencia, con el inicio del Frente Nacional, la presencia de nuevos actores sociales y otros factores políticos y sociales se presentó una transformación del movimiento estudiantil. En adelante, éste comenzó a servir como vanguardia de la oposición al bipartidismo y como vocero de las nuevas ideologías políticas, tema que ampliaremos en el siguiente artículo.